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Poner tu felicidad en segundo lugar no es una opción.
No es extraño despertarse un día y sentir que realmente no estás haciendo eso que soñabas hacer. Te levantas todos los días sin mucho ánimo, y aunque sientes que deberías sentirte agradecida, y probablemente lo estás, claramente lo que estás estudiando o ese nuevo trabajo que conseguiste parecen no llenar todas esas grandes y maravillosas expectativas que tenías. ¿Lo peor de todo? muchas veces estamos en ese lugar porque nos obligamos a hacerlo. Nos obligamos a cumplir con esas expectativas que teníamos cuando más pequeños, nos decimos “pero si esto es lo que siempre quise” y aún así, no podemos evitar sentir que estamos en el momento equivocado y en el lugar equivocado.
Usualmente nos enseñamos a nosotras mismas a no dejar de perseguir nuestros sueños, a seguir intentando aunque fallemos una y otra vez, sin embargo, es crucial lograr determinar ese momento en el que es hora de dejar ese sueño atrás simplemente porque ya no es nuestro sueño. ¿Cuántas veces no has seguido haciendo algo simplemente porque le contaste a todo el mundo que era tu sueño a pesar de que hace meses que no te motiva? Un poco de desmotivación es normal, pero una falta de motivación constante es una señal que nos dice que no vale la pena seguir realizando una actividad que no te mueve ni te apasiona.
Recuerda que siempre tienes la posibilidad de escoger algo nuevo
No importa si eso significa un cambio de carrera, de trabajo, de intereses o de profesión. El cambio es algo que te mereces, que está en tus manos y que no depende de los demás. Puede que por muchos años hayas creído que querías hacer algo en particular, pero los seres humanos somos cambiantes y tenemos intereses que van y vienen. Recordar que el cambio es una posibilidad que siempre tenemos ante nosotros es tremendamente liberador.
Ninguna decisión es final
Desde que salí de la universidad he realizado diferentes trabajos en áreas que si bien están ligeramente relacionadas, son completamente diferentes. Ninguna decisión es final y lo único que importa es siempre realizar tu trabajo con profesionalismo, seriedad y con gusto. Lo mismo pasa si estás estudiando, ¿qué tiene si ayer lo tuyo era la biología y luego desarrollas un intenso interés por la música o la edición?Simplemente te levantas, tomas tus cosas y aceptas tu nuevo rumbo.
Tu felicidad siempre es lo más importante
Puede que creas que debas completar tus tareas y hacer todo lo que tu decisión requiere de ti, pero si es algo que no te apasiona, que te hace odiar 5 o más días de tu semana y que claramente no te hace felizentonces es hora de volver a pensarlo, porque no tiene sentido vivir una vida que te hace sentir miserable.
Estás constantemente evolucionando
¿Recuerdas lo que soñabas y deseabas cuando tenías 10 años? ¿Qué tal a los 15, a los 18 y a los 21? No hay muchos años de diferencia pero es probable que tus planes hayan cambiado completamente, no hay nada de malo en eso y de hecho, lo mejor que podemos hacer es aceptar el cambio. Nada es definitivo, nada es final y todos los días tenemos la misma opción de hacernos felices y de llegar a ese lugar que nos llene como seres humanos. Después de todo, ese es el gran desafío que nos plantea la vida.